lunes, 16 de enero de 2012

METRO

Van pasando paradas,
avanzando veloz
por el subsuelo de la ciudad,
recorro kilómetros de túneles
en vagones repletos…


De gente cansada,
de gente angustiada,
de gente indignada.

Atrapado en esta galería subterránea,
de caminos infinitos,
en el vértigo de subir y bajar,
empapado de luces fluorescentes,
sintiendo la presión…

Del hormigón,
de una atmósfera densa,
del hastío.

Adormecidos los sentidos,
transformándome lentamente
en un ser anestesiado,
que goza…

De vagar sin rumbo,
de estar perdido,
de no saber el destino.

(OdlV – 12/01/2012)

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