Sucumbo a tus caricias,
a las de tus manos
y tus miradas.
a las de tus manos
y tus miradas.
Sucumbo en libertad
cuando te sonrojas,
a esos silencios
cuando te sonrojas,
a esos silencios
que ya no son silencio,
sino palabras del alma.
Sucumbo a cada instante,
a tu presencia física,
y a tu ausencia presente.
sino palabras del alma.
Sucumbo a cada instante,
a tu presencia física,
y a tu ausencia presente.
Sucumbo lúcidamente
al latido incesante,
al juego tierno
y a la vez salvaje.
al latido incesante,
al juego tierno
y a la vez salvaje.
Sucumbo al camino que
ofreces
sucumbo, ahora sí,
para vivir profundamente.
sucumbo, ahora sí,
para vivir profundamente.
(OdlV – 09/02/2013)
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